Dicen que se torea mejor que nunca, y puede ser cierto. Yo no viví en persona los años 80 y 90, solo en vídeos —que no es lo mismo—, pero el pulso
competitivo entre las figuras, ése que mantenía en tensión a la afición, se diluyó pero un Andrés Roca Rey y un Morante de la Puebla dispuestos a medirse sin concesiones reviven el etusiasmo.
El camino, esta en buen curzo. Morante debe centrarse en su toreo, en su arte, y no compararse con nadie… En ese gesto se le ve superado por el momento. Hay que reconocer que Andrés Roca Rey fue el artífice de volver a poner la tauromaquia sobre el tablero.